A mediados del mes pasado se anunció en la web del Ministerio de Cultura el plan de impulso del Centro Documental de la Memoria Histórica, desde la Subdirección General de Archivos. Sorprendía la ambición del proyecto que pretende quintuplicar sus fondos documentales, de 6,2 a nada menos que 30 km. lineales de estanterías, situándose cerca de los 42 km. del Archivo Histórico Nacional.
Aparcada ya su voluntad de ser el gran archivo de la Guerra Civil, supongo por la imposibilidad de abarcar los fondos del Ejército que se conservan en el Archivo General Militar de Ávila, se pretende más bien convertirlo en el gran centro de referencia para la investigación del Franquismo. En concreto se busca a “la memoria política y social de España desde la Segunda República a la Transición”. Para ello han incorporarán, según anuncian, una inmensa cantidad de documentos del periodo 1938-1977.
Para ello anuncian la incorporación de una inmensa cantidad de documentos del periodo 1938-1977 formada principalmente por el Archivo Histórico del PCE; los fondos de las fundaciones Primero de Mayo, Largo Caballero y Pablo Iglesias; así como los archivos personales de Antonio Fontán, Joaquín Garrigues Walker y Alfonso Osorio, entre otros. Básicamente se trata de atraer a los archivos del Estado los documentos del mismo que se encuentran en organizaciones privadas y familias. Se utilizan las subvenciones que solicitan estos archivos al Estado para asegurar el acceso a la documentación a través del CDMH. Legalmente se trata de documentación del Estado, pero la Subdirección General de Archivos ha optado desde hace tiempo por una política de negociación. Un tema controvertido que merece otro post para ser analizarlo.
Como documentalista no puedo dejar de agradecer al Ministerio el esfuerzo por concentrar la documentación en archivos temáticos. Sin duda facilita las búsquedas de los investigadores y hace mucho más fácil a los técnicos el contestar a nuestras dudas. Sin embargo quiero centrarme en el inmenso impacto que tiene en los investigadores un efecto secundario de esta política, la digitalización masiva de los fondos.
Del mismo modo que ocurrió con la famosa documentación que se devolvió a Cataluña, la documentación en disputa entre instituciones y personas suele pasar por la solución intermedia de generar en el archivo que “pierde” la documentación una copia digital del mismo. Para las investigaciones en general no es mejor ver el documento original a no ser que la copia sea de muy mala calidad (como es el caso de las copias en microfilm). El investigador prefiere inmensamente la velocidad a la que pueda ver los documentos que la calidad de los detalles, porque determina la profundidad de su estudio. Un historiador del siglo XX puede ver miles de documentos en un sólo día, pero no hay forma de que les sigan el ritmo aquellos que se parten literalmente la espalda para subir las cajas del depósito.
Un ejemplo de lo que planteo puede serlo el fondo de la Causa General que se encontraba en el Archivo Histórico Nacional y que recientemente (aunque antes de esta ampliación masiva) ha sido trasladado al CDMH. Esto es algo que difícilmente afectará al investigador interesado en este fondo, ya que la documentación se encuentra perfectamente digitalizada y descrita en el Portal de Archivos Estatales PARES. La concentración de la documentación es interesante en cuanto a dar un sentido y una organización a los fondos, pero tiene mucho menos impacto que la digitalización y difusión online de los mismos. Ni que decir tiene que es mucho más barato.
En el Archivo Histórico del PCE me informaron de que el “contrato de comodato” que anuncia el Ministerio de Cultura se está limitando por ahora a la digitalización de los fondos. Esto apunta a un gran paso para la investigación de sus fondos al ponerlos en el camino de ser integrados en PARES. Ojalá todos los fondos que se anuncian sigan este mismo proceso. El archivo del PCE tiene completada desde 1997 otra etapa para ser, como se dicen los británicos “user friendly”, con la publicación de su inventario (Catálogo de los fondos del Archivo Histórico del Partido Comunista de España. Madrid: Fundación de Investigaciones Marxistas, 1997).
Incluyo una pequeña guía de los fondos que se podrán ver en el CDMH.
Fondos del CDMH hasta 2012:
- Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo
- Causa General, Tribunal Nacional de Responsabilidades Políticas y Tribunal de Orden Público
- Oficina de Investigación y Propaganda Anticomunista, Delegación Nacional de Asuntos Especiales, Delegación Nacional para la Recuperación de Documentos y Delegación Nacional de Servicios Documentales
- Archivos personales de políticos republicanos exiliados, falangistas y políticos franquistas
- Archivos fotográficos de reporteros de la Guerra Civil
- Audiovisuales o radiofónicos sobre el exilio y archivo de la Federación de Deportados e Internados Políticos
- Archivo del Comité Internacional de la Cruz Roja (copia digital)
Fondos incorporados recientemente o previstos para los próximos años (gestiones de 2012-2013):
- Archivos del Movimiento Nacional y la Organización Sindical
- Archivo Histórico del PCE
- Archivo del Colegio de España en París (copia digital pendiente de incorporación)
Fondos que se planean incorporar:
- Ficheros de cumplimiento de penas y libertad provisional del Ministerio de Justicia
- Archivo del Gobierno republicano en México del Ministerio de Exteriores
- Documentos relativos al exilio y la clandestinidad española del Archivo de la Komintern, Embajada de México en Francia y los cuáqueros en Filadelfia
- Archivo personal Ramón Serrano Suñer (por ahora sólo contactos iniciales) y otras personalidades de la guerra y la dictadura
- Archivos de la Transición: instituciones, organizaciones y personalidades
- NO-DO, RNE y Fondo Publicitario Agustí Centelles
Se puede consultar el Plan para el impulso del Centro Documental de la Memoria Histórica en este link
Escrito en: 7 de julio de 2017
Etiquetas: Ampliación CDMH